Bjarke entrega alimentos con la conciencia tranquila.

El gerente del supermercado local en Løgumkloster, Dinamarca, ha adquirido una caja refrigerada para su furgoneta de reparto. De esta manera, la carne de res se mantiene refrigerada desde la sucursal local de la cadena de supermercados SuperBrugsen hasta la puerta de la señora Peterson, y además el gerente se adelanta al cumplimiento de posibles requisitos legislativos futuros.

Un euro-palé, un temporizador automático que cuesta alrededor de tres euros, y un enchufe de 12 voltios: eso es prácticamente todo lo que Bjarke Ibsen, gerente del supermercado en Løgumkloster, necesitó para poner en funcionamiento su nueva caja de refrigeración de 330 litros para su vehículo de reparto.

Durante la noche, la caja se coloca sobre el euro-palé en el almacén. A las 6 de la mañana, el temporizador enciende la alimentación eléctrica, asegurando que la temperatura esté exactamente a 1 °C cuando Bjarke llega al trabajo. Después, solo tiene que tomar el montacargas, colocar la caja dentro de la furgoneta y conectar la alimentación de 12 voltios.

"La caja funciona con la batería del vehículo, de forma independiente al motor. Es muy fácil de operar y mejora el proceso de entrega de alimentos a hogares y empresas", explica Bjarke Ibsen.

Endurecimiento de los requisitos legales

Luego está el aspecto de la buena conciencia. No sólo los jubilados, los niños de guardería y las empresas pueden disfrutar de comidas refrigeradas durante el verano, sino que Bjarke también está seguro de cumplir los requisitos alimentarios actuales y futuros del Ministerio danés de Alimentación, Agricultura y Pesca. Los requisitos legales dictan que la temperatura de los alimentos frescos que los propietarios de tiendas o restaurantes entregan a los clientes comerciales no debe superar los 5 °C.

"Por el momento, no se realizan controles aleatorios con regularidad, pero estoy seguro de que esto cambiará. Los requisitos de seguridad alimentaria son cada vez más estrictos y prefiero ser copartícipe de los avances en lugar de intentar eludir mi responsabilidad", explica Bjarke Ibsen.

Inspiración gracias a un vecino.

A pesar de las claras ventajas de la caja refrigerada, Bjarke ni siquiera sabía que existía, hasta que un vecino se lo comentó durante una charla de fin de semana.

El vecino de Bjarke trabaja como ingeniero en Secop. Al enterarse de que Bjarke quería mantener la temperatura de los alimentos durante el transporte, pero que no podía costear una furgoneta refrigerada de 35,000 euros, lo invitó de inmediato a visitar las instalaciones de Secop.

"Tenían un modelo de demostración listo para usarse, y fue una elección natural. Lo compré en ese mismo momento y todavía me pregunto por qué no se me ocurrió antes. La caja es considerablemente más económica que una furgoneta equipada especialmente para transportar alimentos refrigerados”, comenta Bjarke Ibsen.

La empresa italiana Euroengel es la fabricante de la caja refrigerada, que está diseñada para el transporte móvil. El sistema de refrigeración es impulsado por el compresor Secop BD50F, desarrollado para aplicaciones móviles, y funciona tanto con la batería de 12 voltios del vehículo como con redes eléctricas de 230 voltios.

Además, la caja no requiere una configuración especial en la furgoneta, por lo que Bjarke Ibsen podrá revenderla fácilmente si en algún momento el supermercado necesita cambiar de vehículo.

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